Si tiene usted algún defecto visual, es muy probable que, en más de una ocasión, se haya planteado la gran pregunta: ¿gafas o lentillas? Esta es una cuestión que, como todo, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. En este artículo vamos a dejar los inconvenientes para otra ocasión, y nos centraremos en cuáles son las ventajas de usar lentillas. Concretamente, cinco grandes ventajas.
Proporcionan un campo de visión total
Y no, no estamos diciendo que se convertirá usted en un superhéroe con supervisión. Lo que ocurre es que, si se llevan gafas, debido a su forma, a su montura, y a sus patillas, se pierden inevitablemente ángulos de visión. Eso no sucede con las lentillas, que al contrario que las gafas, cubren toda la superficie del ojo. Esta es otra de las ventajas de usar lentillas. Con las lentillas puestas, usted verá exactamente igual que alguien que no tenga su defecto visual, lo cual otorga mucha libertad, y es una gran ventaja para actividades como conducir, practicar deporte, etc.
Verá los objetos a tamaño real
Los que usan gafas lo saben bien: los objetos se ven más grandes o más pequeños de lo que en realidad son, según el número de dioptrías y el defecto que se esté corrigiendo. Y ocurre que este efecto también es visible para el que mira desde fuera. Si en el caso de los miopes se dice que las “gafas entristecen la mirada” es porque los cristales que corrigen la miopía hacen que los ojos se vean más pequeños; y en el caso de los cristales que corrigen la hipermetropía, sucede exactamente lo contrario: los cristales hacen que los objetos se vean de mayor tamaño. Pues bien, con las lentillas, eso no pasa: los que las llevan ven los objetos tal y como son. Y evidentemente, las lentillas no producen ningún efecto a aquellos que miran a los que las llevan.
Corrigen anisometropías
La anisometropía es lo que padecen aquellos que tienen una notable diferencia de graduación entre sus ojos, generalmente a partir de tres dioptrías. Las gafas no son la mejor solución para corregir este defecto, porque provocan que se formen, sobre la retina, dos imágenes muy diferentes en tamaño. Este fenómeno se conoce como aniseiconía, y hace que el cerebro no pueda fusionar correctamente la imagen de ambos ojos, lo cual genera pérdida de la visión. En cambio, las lentes de contacto, al no alterar la percepción del tamaño de los objetos, sí que son un excelente sistema para corregir las anisometropías.
Tendrá una visión más clara
Como lo oye, o mejor dicho, como lo ve. Con lentillas se tiene una visión bastante más clara que con gafas, incluso con intensidades bajas de luz, porque no se reciben los reflejos y las distorsiones que provocan las gafas. Esto es más cierto aún en los momentos en que se produce un cambio de temperatura, o en los días de lluvia: las lentillas no se empañan cuando se entra en un espacio más caliente que el anterior, ni se llenan de esas gotitas de lluvia que tanto molestan a los que llevan gafas. En definitiva, son más prácticas.
Le proporcionarán un cambio de imagen
Y además de las ventajas de usar lentillas, sean médicas o prácticas, que hemos visto hasta ahora, por qué no citar una última un poco más frívola, pero que también tiene su importancia: cambiar gafas por lentillas supone también un cambio de look total. Sobre todo si ha sido usted una persona que ha llevado gafas toda su vida, aparecer un día sin ellas (y viendo perfectamente) será, como mínimo, toda una sorpresa para sus amigos y familiares. No tendrá nada que obstruya su cara, las mujeres podrán maquillarse con menos problemas, y además podrá complementar más fácilmente su look con otros elementos: por ejemplo, nada impide lucir gafas de sol cuando también se están llevando lentillas.
Atrévase a cambiar
En resumen, si cambia usted gafas por lentillas tendrá un campo de visión total y real, una visión más clara, y hará ese cambio de look que conviene realizar de vez en cuando. Además, si es que aún lo cree, tampoco es que las lentillas sean un bien de lujo, sino que las hay para todos los bolsillos.
¿Qué espera para buscar las suyas en Lentillas ¡sí!?