La miopía es un defecto de refracción que se origina porque la luz de los objetos no converge directamente encima de la retina, sino al delante de ésta. En este artículo descubrirás cómo compensar esta ametropía y lo que conlleva el uso de lentillas.
Formas de compensar la miopía
Existen tres maneras diferentes de compensar este defecto de refracción: empleando gafas, usando lentillas y a través de una intervención quirúrgica.
Nos detendremos a hablar un poco más sobre las lentillas, pues para muchos es el recurso ideal ante la miopía.
Por lo tanto, las lentillas para miopía tienen la ventaja de mejorar el campo visual, asimismo tienen fines estéticos y las personas se sienten más cómodas con ellas que con las gafas.
Sin embargo, su empleo también puede ocasionar inconvenientes relacionados directamente con la higiene y cuidado que se debe tener al usarlas, ya que una limpieza inadecuada origina infecciones y complicaciones visuales.
Posibles complicaciones producidas por el empleo de lentillas para miopía
Cuando surgen dificultades por el uso de las lentillas para miopía, es necesario dejarlas a un lado y así evitar complicaciones más graves que pongan en riesgo la salud visual, y consultar a su profesional de la visión.
Entre los inconvenientes que suelen presentarse se pueden destacar:
Infecciones en la córnea:
Representa una de las lesiones más frecuentes que de no ser atendida a tiempo puede causar pérdida de la visión, como consecuencia del daño corneal, en casos menos graves el paciente acusa dolores intensos que le impiden cumplir con sus actividades cotidianas.
Queratitis:
Esta complicación se origina, mayormente por una higiene deficiente de las lentillas y por nadar con éstas. Uno de los efectos más graves que tiene es la ceguera total en uno o en ambos ojos.
Hipersensibilidad y procesos alérgicos:
Estos inconvenientes se asocian a los componentes con los cuales se limpian las lentillas para miopías, pues en las mismas pueden quedar restos de las soluciones de mantenimiento y al entrar en contacto con el órgano de la visión, producen reacciones alérgicas o cuadros de sensibilidad excesiva.
Conjuntivitis:
Es posible que las personas que emplean lentillas para miopías sufren de inflamación de la conjuntiva, sobre todo permanece con ellas de manera prolongada cuando no los cambia en el tiempo indicado y no los limpia siguiendo las recomendaciones dadas por el óptico u oftalmólogo.
Sequedad ocular:
Las lentillas absorben la lágrima del ojo para no adherirse a la córnea, por lo tanto, al no contar con una buena humectación se produce una molestia constante en el ojo.
Ojos enrojecidos:
Este efecto negativo es provocado por el empleo de lentillas para miopía durante un tiempo excesivo, generalmente empieza en la mañana y va en aumento a lo largo de la jornada.
En conclusión, el uso prolongado de las lentillas en personas con miopía y la falta de higiene son las causas más frecuentes de complicaciones visuales. En consecuencia, para disminuir los inconvenientes, se recomienda la limpieza diaria, así como el empleo de lentillas diarias desechables, siguiendo siempre las indicaciones que le han dado en el momento de su adaptación.