En la actualidad alrededor del 10 por ciento de la población entre 12 y 60 años utiliza lentillas.
Los motivos para preferir esta alternativa, en lugar de las gafas convencionales son muy variadas y la principal suele ser la comodidad, además que estéticamente lucen mejor.
Por otra parte, las lentillas proporcionan una visión periférica más amplia y permiten gozar de mayor libertad de movimientos, sin el cuidado que debe tener con las gafas convencionales que se pueden caer y dañar con facilidad.
Sin embargo, para uso se deben seguir algunas recomendaciones generales, que permiten seguridad, higiene, mayor comodidad y al mismo tiempo ayudan a evitar infecciones que en ocasiones pueden revestir gravedad y comprometer la salud visual.
Consejos al momento de comprar lentillas
obtenga el consejo de un óptico u oftalmólogo. Si está pensando en usar lentes de contacto por primera vez, primero debe visitar a un óptico u oftalmólogo de su confianza que se encargará de realizar un completo examen e indicarle las más adecuadas para usted.
Aunque la adaptación generalmente es sencilla, los ópticos u oftalmólogos recomiendan al comienzo solo por horas los primeros días, e ir aumentando las horas de uso.
En relación con el cuidado que debe tener, una forma de evitar que se intercambien es siempre retirar la lentilla del mismo ojo y colocarlo en su envase antes de proceder a retirar el otro. Los estuches tienen marcado el ojo derecho e izquierdo para mayor comodidad.
Antes de retirar o colocar las lentillas debe guardar una escrupulosa limpieza de las manos y secarlas con una toalla sin pelusas que se puedan transferir a la lentilla.
Para la limpieza y desinfección siga las instrucciones recibidas en el momento de adquirir las lentillas, salvo que utilice lentillas desechables o de uso diario.
El producto más recomendado es la solución multipropósito. En ningún caso las lentillas deben enjuagarse con agua corriente ni siquiera embotellada o destilada.
El agua siempre puede contener bacterias que al contacto con los ojos a través de las lentillas ocasionan irritaciones o infecciones.
Otra recomendación fundamental es cumplir el cronograma de revisión y reemplazo de las lentillas establecido por su profesional de la visión, evitando utilizarlas por un periodo mayor al indicado.
Al momento de dormir debe recordar siempre retirar las lentillas, desinfectarlas, guardarlas en su estuche y en la mañana enjuagarlas nuevamente con la solución indicada para tal fin antes de colocarlas en los ojos.
En ningún caso debe dormir con las lentillas, ni bañarse con ellas puestas, aunque no le produzca incomodidad.
Por otra parte, en caso de paseos por la playa o piscina retire las lentillas antes de sumergirse en el mar o la piscina o si lo prefiere ese día utilice las gafas convencionales.
Los cambios en la superficie de la lente también pueden reducir la comodidad de uso. Si ha usado sus lentillas durante demasiadas horas o se ha quedado dormido con ellas, es importante sacárselas lo antes posible y descansar la vista. Si sus ojos permanecen enrojecidos o incluso se infectan, debe consultar urgentemente a su oftalmólogo.
reemplace sus lentes de contacto con regularidad
Cualquiera que haya decidido usar lentes de contacto blandos debe tener cuidado de no usarlos más tiempo del indicado en el paquete. De lo contrario, se expone a un mayor riesgo de infección. Esto se debe a que se forman depósitos en las ayudas visuales que no se pueden eliminar ni siquiera con una limpieza a fondo. Estos pueden convertirse en un lugar de anidación de gérmenes y bacterias.
Frente a todo lo expuesto, es de hacer notar que resulta fundamental seguir las indicaciones de su óptico u oftalmólogo al momento de adquirir unas lentillas.
Por otra parte, la limpieza diaria de las lentillas, así como evitar excederse del número de horas recomendadas contribuirá al mejor uso y a conservar la buena salud visual.