Probablemente usted no haya contado nunca el número de horas que se pasa delante de las pantallas. Pues vamos a echar cuentas. Supongamos que se pasa, como es lo habitual, ocho horas al día en la oficina, seis o siete de ellas trabajando delante del ordenador. Después llega a casa, y para distraerse ve una serie o una película: échele una o dos horas más. Y a lo largo del día seguro que habrá consultado más de cien veces el teléfono móvil, dedicándole entre dos y cuatro horas (algunos, incluso más). Parece una barbaridad, pero es así: de las aproximadamente 16 horas al día que estamos despiertos, pasamos más de 10 delante de una pantalla u otra.
Pasar tantas horas delante de las pantallas supone, para los ojos, un esfuerzo visual notable, puede provocar varios efectos (el principal de ellos, la reducción de la frecuencia de parpadeo, que influye directamente en la estabilidad lagrimal). Y estos efectos pueden generar a su vez síntomas de fatiga visual: sequedad o irritación ocular, ojos rojos, visión borrosa, sensibilidad a la luz, dolores de cabeza, etc., el conocido Síndrome Visual Informático.
Todo ello tiene sus riesgos, para todo el mundo: para los que miran las pantallas con el ojo desnudo, para aquellos que llevan gafas, y, más pronunciados aún, para los usuarios de lentillas.
No obstante, si no tenemos posibilidad de elección y tenemos que pasar, obligatoriamente, 10 horas al día delante de una pantalla, lo que sí que podemos hacer es seguir algunas pautas para reducir al máximo dichos síntomas.
Algunos consejos útiles delante de una pantalla
Asegúrese de tener la corrección adecuada
Aquellas personas que tengan un astigmatismo superior a 0,75 deben llevar incorporada la corrección en sus lentillas (lentillas tóricas), ya que si no lo hacen, es posible que desarrollen aún más los síntomas. Lo mismo sucede con los que padecen presbicia , no corrigen su vista cansada, y utilizan su graduación de lejos en los momentos en que están delante de una pantalla. Para todos ellos, una buena solución son las lentillas multifocales, que permiten corregir las graduaciones a todas las distancias.
Elija lentillas para ordenador
Tanto en lo referente a su geometría (pueden ser esféricas, tóricas para el astigmatismo o multifocales para la presbicia) como a su material. Es muy importante utilizar unas lentillas para estar delante del ordenador que tengan una buena hidratación, para reducir las probabilidades de que se sequen a lo largo del día.
Reduzca al máximo los reflejos
Para conseguir reducir los reflejos hay que evitar, en la medida de lo posible, situarse frente a ventanas sin sombra, ya que los reflejos de la ventana pueden afectar a la visión correcta del monitor, y causar estrés ocular. Habrá que mantener una buena iluminación en la habitación en la que uno se encuentre, y ajustar convenientemente el brillo de la pantalla, que no debe ser excesivo, pero tampoco insuficiente.
Ante el ordenador, mantenga una distancia y una postura correctas
Nuestros ojos deben estar situados a la altura del borde superior de la pantalla (nunca más bajos), y a una distancia con respecto al ordenador que sea superior a 50 cm. En cuanto a la postura, la espalda debe estar recta, y los pies bien apoyados en el suelo. Hay que evitar posturas forzadas, por lo menos durante periodos de tiempo prolongados.
Descanse la vista
La frecuencia es motivo de discusión (puede ser cada media hora, cada hora, cada dos horas…), pero en lo que todos los expertos están de acuerdo es que, cada cierto tiempo, hay que levantar la vista del ordenador y dejarla descansar unos minutos. Levántese, no mire otras pantallas e intente dirigir la mirada hacia un punto lo más lejano posible. Si lo hace así, relajará la acomodación del ojo y evitará la fatiga visual. Los expertos aconsejan la regla del 20·20·20, es decir cada 20 minutos delante de una pantalla, descansar 20 segundos mirando un objeto lejano situado a unos seis metros (20 pies)
Hidratar los ojos, e hidratarse usted
Para hidratar los ojos, utilice lubricantes o lágrima artificial, y guarde las gotas en la nevera, porque siempre es mejor aplicarlas frías. Pero hidrátese también usted: beba mucha agua cuando trabaje, sea verano o invierno.
Parpadear con más frecuencia
Por último, recuerde que la falta de parpadeo regular es la principal causa de que se seque el ojo (y la lentilla) cuando usted se encuentra mirando una pantalla, por lo cual deberá parpadear con mayor frecuencia de lo habitual. De esta forma, ayudará a restaurar la película lagrimal y humedecerá las lentillas, haciéndolas más cómodas.