Del mismo modo que para cuidar del cuerpo se realizan ejercicios físicos, existen también una serie de movimientos que contribuyen a fortalecer la salud visual. A pesar de que no puedan corregir las patologías ya contraídas, son de una gran utilidad para prevenir y tratar determinados problemas de visión.
Los llamados ejercicios oculares ofrecen, además, la comodidad de poderse llevar a cabo en cualquier lugar. Ni siquiera es necesario salir de casa para efectuarlos. Aplicándolos a diario, aunque sea mediante períodos de tiempo muy cortos, nuestra visión puede notar mejorías importantes en la vida cotidiana.
Los ejercicios oculares todavía son un gran desconocido en el campo de la salud, pero son una excelente ayuda ante, por ejemplo, problemas muy recurrentes en los tiempos contemporáneos, como la fatiga ocular o el síndrome del ojo seco.
El ojo también se cansa
El ojo humano es un órgano que recibe y procesa, a diario, miles de estímulos. Su desgaste se ve acrecentado, en la actualidad, por la imperante sobreexposición al uso de pantallas digitales. No es de extrañar, por consiguiente, que la fatiga visual se haya convertido en una patología tan habitual, hoy en día.
Dedicar 10 minutos al día a los ejercicios oculares
En este contexto de trabajo, estrés y exposición excesiva a los dispositivos digitales, es muy aconsejable dedicar unos 10 minutos diarios a los ejercicios oculares. Así pues, se trata de una rutina que no requiere de una gran inversión de tiempo. Su eficiencia es, en consecuencia, un argumento atractivo más para empezar a realizarla. Esta terapia visual tiene un efecto directo en la fatiga visual. Incluso con 5 minutos al día se podría notar ya algún beneficio, aunque lo más recomendable sea llevar a cabo los ejercicios durante, por lo menos, 10 minutos.
Trabajar la convergencia, la acomodación y la binocularidad
Los ejercicios oculares están pensados para trabajar diferentes aspectos de la visión humana. Fundamentalmente, podríamos afirmar que esta terapia visual sirve para ejercitar la vista en tres ámbitos distintos, que seguidamente desarrollaremos.
En primer lugar, la ejercitación ocular sirve para potenciar la convergencia visual, que hace referencia a la habilidad de los dos ojos de fijar la mirada en un objeto más o menos cercano. Esta habilidad está íntimamente ligada a la capacidad de atención y concentración.
En segundo lugar, también es interesante hacer ejercicios en el campo de la acomodación ocular, es decir, de la capacidad que tenemos las personas de enfocar, y de hacerlo en distintas distancias.
Y, por último, esta terapia visual también tiene efectos muy positivos para una óptima binocularidad, que es la capacidad que tiene el sistema visual de reconvertir dos imágenes, captadas por los ojos, en una sola.
Propuesta de ejercicios oculares
Entremos en materia. Entre los múltiples ejercicios oculares existentes, se puede empezar parpadeando los ojos rápido, actividad que mejora la hidratación del ojo. También es muy útil guiñar de forma repetida los ojos, para que los músculos se mantengan a tono. Con el propósito de mejorar la visión periférica, también se recomienda mover los ojos, cambiando de campo visual. Por otro lado, en la acomodación, se plantea enfocar un objeto desde cerca, e ir alejando la mirada.
Al detectar un cierto cansancio ocular, se aconseja presionar con los dedos los párpados, para mejorar la circulación. En esta misma línea, también es aconsejable estirar el cuello de vez en cuando. Por último, antes de ir a dormir, y justo al despertarse, se pueden abrir y cerrar los ojos de forma lenta, para relajar los músculos.
Beneficios para la concentración, la visión periférica y la prevención
Los ejercicios oculares, como hemos visto, son una opción muy interesante para prevenir la fatiga visual y el síndrome de los ojos secos. Ahora bien, sus ventajas van mucho más allá de estos beneficios concretos. Así, por ejemplo, lograr unos hábitos oculares saludables es positivo también, por ejemplo, para mejorar la concentración, así como también para tener una visión periférica más aguda.
En síntesis, los ejercicios oculares son muy provechosos para la salud visual. Requieren de una inversión de tiempo pequeña, y, a la vez, tienen unas consecuencias muy beneficiosas para nuestros ojos.