Llevar lentillas no es una actividad que resulte especialmente difícil de hacer. Sin embargo, se pueden cometer algunos errores. Descuidar la higiene, manchar las lentillas de maquillaje, frotarse demasiado los ojos, ducharse o nadar con ellas… la lista es larga. Otro de los posibles errores, más frecuente de lo que podría parecer en un principio, es ponerse las lentillas al revés.
Esto último es algo que puede suceder especialmente si las lentillas son blandas, y con bastante mayor probabilidad en los usuarios novatos. O si no ponérselas al revés, puede pasar que usted se quede con la duda: ¿están bien puestas o no? La pregunta que surge entonces es obvia: ¿cómo saber si las lentillas están al revés? Existen principalmente cuatro sencillos tests para averiguar si las lentes están colocadas al revés o no, que podríamos denominar el test de la vista lateral, la “prueba taco” o “prueba de la media luna”, el análisis del tinte, y por último, la comprobación de las marcas de láser. Veamos brevemente cada uno de ellos.
Test 1: el de la vista lateral
En primer lugar, coloque la lente en la yema de su dedo índice, de forma que el borde quede hacia arriba. A continuación, ponga el dedo frente a sus ojos, en vertical, para poder ver la lentilla desde un lado.
Si la lente adopta la forma de un cuenco, con el borde perfectamente recto, eso significa que la lentilla está orientada correctamente, y que puede colocarla en el ojo con tranquilidad. En cambio, si el borde adopta una forma convexa, es decir, está claramente curvado hacia afuera, más o menos en forma de ‘V’, resultará que la lente está del revés y deberá darle la vuelta antes de colocársela.
Test 2: la “prueba taco” o “prueba de la media luna”
Para este test, sitúe la lente de contacto entre las puntas de sus dedos pulgar e índice, sosteniéndola cerca del centro para que el borde quede libre. Seguidamente, apriete la lente con suavidad, como si la fuera a doblar por la mitad como haría con un taco mexicano. Si el borde del lente apunta hacia arriba, como la tortilla de un taco, y toda la lente adopta la forma de una media luna, es que está orientada de forma correcta. Si en cambio el borde se curva hacia el exterior, hacia su pulgar y su índice, será que está al revés. Deberá pues darle la vuelta.
Test 3: Analizar el tinte del borde
Algunas lentillas cuentan con un tinte de visibilidad, generalmente de
color azul o verde, en el borde de la lentilla. Este tinte no solo no dificulta,
en absoluto, la visión, sino que es de gran ayuda tanto para sujetar la
lentilla y también para responder a la pregunta de cómo saber si las lentillas están al revés.
Lo que tendrá que hacer si sus lentillas disponen del tinte es colocar la lente en la punta de su dedo, igual que en el Test 1, y observar su borde desde arriba. Si el color del tinte es un azul (o verde) muy vivo, la lente está orientada correctamente. Si en cambio el color es ligero, pálido o desteñido, es muy probable que la lente esté del revés.
Test 4: comprobar las marcas de láser
Otras lentillas, en vez de tinte, disponen de un grabado en láser pensado especialmente para determinar si la lente está al revés. Un grabado cerca del borde del lente que suelen ser unos números (por ejemplo, «123») que se pueden leer con facilidad. Para hacerlo, apoye la lente en la punta de su dedo como en el Test 1, y después exponga la lente a una luz brillante.
Observe la superficie exterior desde un lado, y si el «123» o el grabado se puede leer con normalidad, la lente está orientada correctamente. Si en cambio el grabado está al revés, naturalmente la lente también estará al revés.
Todo es cuestión de práctica
De todas formas, no se preocupe, porque como todo, el uso de las lentes de contacto es una cuestión de práctica: cuanto más las use, más fácil resulta cómo saber si las lentillas están al revés. La inmensa mayoría de las veces, es algo de lo que se dará cuenta inmediatamente, porque la lente se moverá demasiado al parpadear. No es algo que dañe el ojo ni la lente de contacto, pero notará una pequeña incomodidad, notará que algo no está bien.
Cuando esto suceda, retire la lente, enjuáguela en su solución de mantenimiento… y haga uno de los cuatro tests que acabamos de explicar para asegurarse de que, esta vez sí, la lente está colocada correctamente.