Cuando la visión del mundo se torna cada vez más difusa es momento de buscar formas para ayudar a aliviar todo aquello que aqueja las llamadas ‘ventanas del alma’: los ojos
Las lentillas o lentes de contacto son una alternativa a las tradicionales gafas, que han sido cada vez más usadas en los últimos tiempos, bien sea por los avances en los materiales empleados para su composición para brindar un mayor confort, o ya sea por cuestiones de simple estética.
Uno de los aspectos más importantes al momento de usar lentillas es la higiene. El cuidado de las lentillas requiere atención constante y exclusiva, ya que se trata de un material que está en contacto directo con nuestro ojo y fácilmente puede albergar agentes perjudiciales como bacterias y suciedad si no se manejan con los cuidados adecuados.
Sin embargo, cuando se habla de higiene no solo se hace referencia al uso de soluciones y envases de mantenimiento sino que también es esencial respetar la vida útil de las lentillas y no exceder su uso. Es por ello que una de las incógnitas más comunes es saber con qué frecuencia es ideal el cambio de lentillas.
Compartiendo cierta semejanza con las gafas, todas las lentillas tienen un periodo de caducidad y deben ser reemplazadas. Variedades de lentillas, hay una gama inmensa, es por ello que su duración difiere de un tipo a otro, dependiendo de las necesidades, gustos y preferencias se podrá contar con lentillas de uso diario, mensual e incluso anual.
Tipos de lentillas
- Lentillas de un solo uso o diarias. Son desechables al final del día, por lo que no requieren mantenimiento ni solución desinfectante alguna. Sin embargo ello no excluye que pueda usarse gotas artificiales en caso de sequedad en los ojos.
- Lentillas quincenales. Son las que debemos reemplazar cada dos semanas y requieren de líquidos de mantenimiento.
- – Lentillas de cada mes: Comprenden una mayor duración, lentes de contacto para usar el mes entero antes de ser reemplazadas.
A diferencia de las diarias estas requieren de cuidado y limpieza, cada noche después de su uso mediante soluciones desinfectantes correspondiente con el tipo de lentillas en cuestión. Además, resulta un gasto menor en comparación a las lentillas de uso diario.
- Lentillas de uso continuo: Están compuestas por elementos que permiten una mayor transpirabilidad, siendo posible su uso incluso durante la noche y al momento de ducharse. Sin embargo, al igual que las mensuales, su tiempo de vida no va más allá de los 30 días
- Lentillas anuales: Su periodo de uso va de seis meses a un año. Al igual que las lentillas anteriores requieren de una limpieza y desinfección rigurosa debido a su constante uso.
Lo que todas las variedades de lentillas tienen en común es que cada una responde a ciertos criterios de seguridad, calidad e higiene para su óptimo uso. Es por ello que sin importar si se trata de una lentilla de reemplazo diario o una de duración anual, es imprescindible cumplir al pie de la letra con su tiempo de vida y no utilizar ningún lente de contacto vencido. Incluso si este aún parece adaptarse adecuadamente a los ojos. Si su tiempo expiró aunque sea por muy poco, es hora de reemplazarlo.
Tips extras a tener en cuenta
-Antes de iniciar el uso de cualquier tipo de lente de contacto consultar a un oftalmólogo u optometrista, y respetar siempre sus revisiones, indicaciones y sugerencias
-Toda solución para el mantenimiento debe coincidir fielmente con el tipo de lentilla que se usa. Combinar soluciones y lentes distintos estropeará incluso a la lentilla más resistente.
-Se debe cambiar diariamente la solución de conservación
-Respeta las fechas y cronogramas recomendados para el uso de cada frasco y lentilla.
-El estuche de las lentillas, en conjunto con los frascos de soluciones debe cambiarse periódicamente.
Ver la vida en completa nitidez va más allá de elegir un par de gafas con bonitas monturas o lentillas de colores, es necesario mantener una buena higiene y un cambio constante en estos auxiliares visuales para mantener el foco óptimo en los ojos de quien los usa.