Para nadie es un secreto que las lentillas suponen un cambio importante, sea a nivel de visión, de estética o de hábitos. Tanto si usted acaba de migrar desde las gafas o si solo necesita usarlas para mejorar su aspecto, aquí le explicaremos lo que debe saber sobre cómo adaptarse al uso de lentillas.
Primero: el porqué de la adaptación
A la hora de recibir un tratamiento nuevo, es importante que siempre exista un periodo de prueba o de adaptación, esto con la finalidad de ver si el organismo termina aceptando o rechazando. Esto vale para nuevos fármacos, cambios en la alimentación y, desde luego, cuando se va a usar lentillas por primera vez.
¿Recuerda lo raro que fue todo al ponerse sus gafas por primera vez Usted debió acostumbrarse a ellas, al aumento que ofrecían y a una pequeña rutina que incluía el cuidado de las mismas. Más o menos así funciona esto.
Segundo: qué es la adaptación
La adaptación consiste en que, durante un tiempo y bajo la supervisión de su especialista, usted pruebe un par de lentillas.
Previamente se le será explicado a detalle los procedimientos para colocarlas, removerlas y cuidarlas; esto se hace con el fin de que tanto usted como sus ojos se adecúen a estas rutinas y para estar seguros de que las lentillas son realmente su mejor opción.
Por lo general, esto dura unos cuantos días, máximo una semana. Es normal que se maree un poco al principio (recuerde que con las gafas las lentes estaban más lejos de sus ojos) y hasta es posible que las lentillas le molesten un poco, ya que no es costumbre tener algo pegado a ellos.
Sin embargo, si los síntomas persisten o si experimenta otros efectos, deje de usar las lentillas y consulte a su médico.
Tercero: ¿como ponerse las lentillas por primera vez?
Por más veces que se lo haya explicado su especialista, haya visto a otras personas hacerlo o hasta haya releído posts como este, de seguro usted siente miedo al colocarse sus primeras lentillas. No se preocupe, que eso es normal y por ello aquí le tenemos varias recomendaciones:
- Extreme las medidas de higiene. Lávese cuidadosamente las manos, retirando muy bien todo rastro de suciedad y también de jabón (pues no querrá nada de eso en sus lentillas). Recuerde que estas no son muy amigas del agua, por lo que debe también secar sus manos.
- Acostúmbrese a comenzar por un mismo ojo. La mejor forma de evitar los errores en esto es convirtiéndolo en rutina: colóquese primero la lentilla en el ojo derecho si es diestro (y si es zurdo, en el izquierdo), luego proceda con el otro. Al poco tiempo ya podrá hacerlo de manera automática.
- Revise si la lentilla está en posición. Las lentillas están del revés cuando sus bordes son convexos (es decir, si sus puntas apuntan hacia su dedo); la idea es colocarlos cuando luzcan cóncavos, cuando sus puntas formen una U.
- Abra bien sus párpados y pestañas, ya que estos pueden molestarle al ponerse la lentilla.